Guerrero: los hombres de verde y la dama de rojo es la radiografía que ilustra los claroscuros de un estado que no conoce otra forma de vida. Padres, madres, hijos, abuelos y autoridades de todos los niveles, por generaciones, se han consagrado a la siembra de la misma flor que infesta a los habitantes de los barrios de San Francisco, California. El gobierno mexicano lo sabe y es un activo partícipe de esa red de comercio internacional.
El autor, de la mano de Eulogio, un narcotraficante de la zona, ha recorrido las lomas altas y los valles bajos donde se cosechan la amapola y la marihuana. Así, y apoyado en documentos judiciales confidenciales y análisis estadísticos propios, Humberto Padgett ha logrado reconstruir la historia ilícita de una región en la que la miseria es directamente proporcional a sus altos índices de criminalidad. Guerrero es tierra fértil para la proliferación de la delincuencia organizada, sin subestimar los alcances de quienes controlan el trasiego de droga en Michoacán, Nayarit, Jalisco, Durango, Ciudad Juárez, Sinaloa y el Estado de México. Guerrero es el sitio donde conviven las desapariciones forzadas, el nulo servicio de telefonía satelital, los desplazados, los panteones clandestinos, los cárteles sanguinarios, los disidentes perseguidos, y donde los familiares de los 43 de Ayotzinapa conservan la esperanza de encontrarlos con vida.
¿En dónde se originó el narcoestado? En estas crónicas de vida, muerte, lealtad y traición está la respuesta.