En este libro hemos intentado mostrar que no solo es posible, sino que a menudo las soluciones no tienen nada que envidiar a los enormes lofts de Londres o Manhattan. Una situación que se convierte en un reto para el arquitecto, ya que le exige poner en juego todo su ingenio, técnica y talento, para lograrlo: desde el aprovechamiento de la altura de los techos para ganar espacio hasta el luso de paneles de cristal o puertas correderas, que permiten obtener áreas diáfanas sin renunciar, a su vez, a la intimidad.