Charles Darwin describe en esta obra la variedad de estrategias que poseen las plantas para lograr un mismo fin, el de trepar. Con su tremendo don para la observación y una curiosidad sin igual, fue el primero en describir con sumo detalle los distintos tipos de estrategias, así como los movimientos de circumnutación realizados por estas plantas, es decir, el movimiento por el que los brotes jóvenes describen círculos, a favor o en contra de las agujas del reloj, en busca de un objeto que les proporcione sostén para poder trepar. Asimismo, registró el fenómeno conocido ahora como de tigmotropismo, que explica el movimiento de crecimiento dirigido por la influencia del contacto físico con un objeto, clave para explicar cómo un zarcillo encuentra y se enreda alrededor de un soporte. Sin embargo, como señala Darwin: ´Aquel que crea en la lenta modificación de las especies no estará contento estableciendo simplemente la naturaleza homóloga de los diferentes tipos de zarcillos, deseará averiguar, tanto como le sea posible, cuáles son los pasos reales acometidos por las hojas, los pedúnculos florales, etc., que les han llevado a transformar completamente su función y a servir meramente de órganos prensiles´.