PARA INSULTAR CON PROPIEDAD

PARA INSULTAR CON PROPIEDAD

DICCIONARIO DE INSULTOS

$ 199.00
Pesos mexicanos (MXN)
AGOTADO. Informes: Llame o Escribanos
Editorial:
LITERATURA RANDOM HOUSE
Año de edición:
ISBN:
978-607-31-4658-6
Páginas:
216
Encuadernación:
Rústica (pasta blanda)
$ 199.00
Pesos mexicanos (MXN)
AGOTADO. Informes: Llame o Escribanos

Más de 2 000 insultos tomados de diccionarios, legajos, textos literarios, pasquines y del uso coloquial del habla para formar un diccionario que le haga honor al Arte de Insultar y nos ayude a hacerlo "con propiedad".

Un libro escrito por los mismos autores del popular Chingonario.

Aprender a insultar es todo un arte, ya lo decía el gran Schopenhauer. Se trata del último recurso cuando todas las demás artes de la argumentación han fracasado, cuando no nos queda nada más que hacer o decir, ya sea porque reprobamos tajantemente una conducta, porque nos hemos visto perjudicados por una estupidez o porque -justo y de ninguna manera- no se entienden razones.

Creemos que no es necesario recurrir siempre a las "palabrotas" altisonantes, a expresiones zafias o al tan manoseado "¡chinga tu madre!" en cada ocasión que se nos presenta, para poder resarcirnos o vengar una afrenta -aunque hay algunas que bien lo ameritan-, sino que se puede recurrir al sarcasmo, a la ironía, a la elegancia y a la analogía para poder darle un giro cuántico al insulto.

En Algarabía editorial hablamos sobre lo que todos hablan y escribimos de lo que nadie escribe, pero con jiribilla, algarabía e ingenio. Porque la cultura no sólo está dentro de las bibliotecas, museos, galerías o salas de conciertos, también está gestándose en las calles de nuestras ciudades; en los modos de hablar, de comer y de beber; en el gusto o el disgusto por lo cotidiano; en las máximas populares, la psicología de todos los días, las leyendas urbanas y los datos curiosos; en la ciencia, las idiosincrasias regionales o nacionales, y el más allá. Por todo esto, en Algarabía editorial cabe lo que no cabe en otras partes, pero eso sí, siempre y cuando sea tratado de un modo inteligente, claro y humorístico.