Tras crecer sus hijos, Ana Fernández descubre que el único sentido de su vida ha sido ser madre y esposa, pero también descubre la dulce seducción de los libros. En ellos aprende que ni la riqueza ni la libertad conducen a la dicha, y que todo le es posible, ser científica y revolucionaria, amar con pasión y vivir en el desapego, construir un país y encontrar la fe. Ana conoce así el desierto de árabia y el sol de Granada, estepa rusas, ciudades europeas, Cuba, Nueva York, las Galápagos, Israel, La India, y también a poetas, músicos descubridores, pensadores y creyentes como Pushkin, Liszt, Darwin, Castro y Gandhi. Este viaje inmóvil, esta aventura de la imaginación, propone a los lectores participar en un juego maravilloso donde lo vivido y lo narrado, lo vivido y lo leído, son una y la misma cosa, experiencia que la memoria atesora. A través de Ana Fernández, símbolo de todos nosotros, la voz mágica de Sara Sefchovich nos invita al mundo de nuestros propios sueños.
