Jay Austin, es un vendedor de autos usados, pero sus métodos no son del todo correctos... pero así es como él hace negocios. Promete cosas que él sabe que no podrá cumplir, pero su estrategia es hacer lo necesario para poder vender un coche.
Esta manera de ser, tan manipuladora, ha afectado todas sus relaciones personales, incluyendo la que tiene con su hijo y esposa, quienes ya no confían en él.
Pero mientras Jay trabaja en la restauración de un clásico automóvil convertible, se da cuenta que Dios también está haciendo una importante restauración ¡en él! Enfrentándose cara a cara con su mal comportamiento.
Jay se da cuenta de lo deshonesto que ha sido y está decidido a cambiar, a honrar a Dios con su negocio, con sus relaciones personales y ¡con su vida!
