Ilustración y palabras se funden en un todo: el libro infantil y juvenil. Una forma de expresarse, una manisfestación del arte acorde con la cultura tan visual en la que estamos inmersos hoy en día. La imagen no sólo enuncia y refuerza las ideas del texto, interactúa con él, aviva el imaginario, aguza el interés por la narración y ofrece un punto de vista gráfico, sino que enriquece la visión o el universo que se crea en la lectura. Letras y trazos: dos discursos que se hermanan en un eslabón indisoluble. A lo largo de una veintena de años, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de la Dirección de Publicaciones, en el m arco de la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, que presenta numerosas propuestas estéticas como un testimonio más de la tradición creativa en nuestro país. El público en general y el especializado, así como editores, artistas e instituciones, en este catálogo podrán gozar de una gran diversidad de temas que se exponen por medio de distintas técnicas. Las ilustraciones hablan por sí mismas, como entidades individuales, e insinúan el eco de una voz narrativa y en conjunto ponen de manifiesto su relevancia en la creación de libros para niños y jóvenes.