El vínculo entre la escuela y los medios de comunicación ha estado siempre rodeado de conflictos, prejuicios y desconfianza. Sin embargo, dichos medios desempeña un papel clave en la vida de chicos y jóvenes. Primera actividad recreativa y principal fuente de información, los medios influyen sobre la manera en que los jóvenes perciben la realidad e interactúan con el mundo. De allí la necesidad de formular el lugar que la cultura escolar otorga a los medios masivos, en particular la televisión. En este libro Roxana Morduchowicz contribuye a desterrar estereotipos y visiones distorsionadas del lugar que ocupa la televisión en la socialización de las nuevas generaciones, en especial entre los niños y jóvenes de la franja socialmente desfavorecida. Por eso no es todo: propone una estrategia para desarrollar en las escuelas de sectores populares una educación en medios que permita a los alumnos generar una indispensable conciencia crítica. Así, tanto una publicidad como una telenovela o un programa unitario pueden convertirse en disparadores de la reflexión. Desde luego, las preguntas que se sucitan son complejas: ¿ Hasta qué punto los contenidos escolares pueden adaptarse a la cultura externa sin correr el riesgo de reproducir un orden cultural que precisamente relega a los sectores populares?, ¿de qué forma incorporar diversas manifestaciones de la cultura popular a la clase?, ¿la televisión compensa o refuerza los déficit de acceso a la cultura que padecen los niños de origen popular? Estas son solo algunas de las inquietudes recogidas por el texto, las cuales apuntan a abrir un debate que ha estado basado a menudo en opiniones, pero que debe fundamentarse en la información proveniente de la observación, en el cotejo con otras realidades y en un enfoque multidisciplinario que permita apreciar la complejidad de un fenómeno social de gran alcance en la sociedad contemporánea.