En 1998, en las oficinas del Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana (UIA), se presentó un grupo singular de miembros de la asociación Libre Acceso A.C. liderados por Federico Fleischmann, su presidente y fundador. No teníamos claro el motivo de la visita y nuestro único conocimiento previo de la asociación es que se trataba de personas con discapacidad; pero Federico fue directo desde el inicio de la conversación y palabras más, palabras menos, nos sorprendió con un tajante: ´ustedes los arquitectos, pueden ser nuestros peores enemigos o nuestros mejores aliados´.áReveladora visita que nos hizo comprender lo inexcusable de no considerar sistemáticamente el tema de la accesibilidad en una Institución que se autodefine como humanista. Algunos meses después, en mayo de 1999, firmábamos un convenio de colaboración entre LAAC y la UIA, asignado al Departamento de Arquitectura con el nombre de Espacios Dignos, y en el que hemos trabajado sin interrupciones por más de una década.