La adivinanza es un juego que exige un compañero, alguien que escuche y ensaye respuestas para estos versos ingeniosos... y qué mejor que una adivinanza para compartir con nuestros hijos y divertirnos al mismo tiempo que los iniciamos en el mundo maravilloso de las letras, porque las adivinanzas, como señala el autor de este libro, son poesía lúdica: ´Sus mecanismos literarios se corresponden de forma idéntica a los empleados por los poetas cuyas metáforas, rimas e imágenes verbales o líricas han de emocionarse a los adultos. Y su propósito común pereciera ser el mismo: un fin estético, placentero y revelador ´. Al abrir estas páginas abrimos también una senda hacia el aprendizaje de conceptos nuevos, a otras formas de emplear las palabras que ya conocemos, un camino cuyo recorrido agiliza la mente de los pequeños (y los no tan pequeños), y nos reta a encontrar relaciones entre ideas, objetos y situaciones, invitándonos a descubrir las respuestas más acertadas y a inventar adivinanzas propias.