Padecer de la tiroides puede pasar desapercibido por mucho tiempo, si no ponemos atención a lo que sucede en nuestro cuerpo. Lo increíble es que detectar cualquier alteración, principalmente el hipertiroidismo o el hipotiroidismo, es relativamente sencillo. Ambas afecciones son delicadas, ya que el organismo en general y sus funciones dependen de las hormonas que la tiroides secreta, y si éstas se secretan de más o de menos, provocan un metabolismo excesivamente acelerado o lento que terminará por afectar, no sólo la calidad de vida de quien padece la alteración, sino que pone en grave riesgo su vida. Hay muchos que podemos hacer para controlar ambos desequilibrios de la glándula tiroides, la naturaleza nos ofrece un sin fin de recursos, tanto para el hipertiroideo como para el hipotiroideo, permitiendo en muchos casos un control casi total de las hormonas, y con ello recuperar la salud y una buena calidad de vida.
