Alponza, quien tenia un compromiso firmado con Bruno del Atrío para casarse cuando ambos crecieran, tras haber estado largo tiempo en el embrujo, vuelve a Murcia. Horrorizada descubre que Bruno la ha olvidado y ama a otra chica. Convencida de que Bruno se fijo en su particular persolidad, emprende el desafío de volver a conquistarla bajo la apariencia de Artilugia.