Se ha dicho que ´la Historia de la Agricultura coincide con la Historia de la Civilización´ aunque es muy probable que aún antes de que aparezcan los primeros vestigios de lo que llamamos civilización, el hombre primitivo tenía su sistema de alimentación basado en la recolección de las plantas del campo. Ahí precisamente podemos colocar el inicio de la agricultura. Más adelante aparecen en el arte rupestre los primeros datos figurativos de las actividades humanas de subsistencia. El hombre en un principio era recolector y cazador, vivía agrupado en pequeños núcleos a los que denominaban ´el clan´. Posteriormente estos pequeños núcleos fueron creciendo y las necesidades alimentarias también. Por entonces la tierra producía espontáneamente alimentos suficientes. Más tarde los alimentos producidos de forma espontánea por la naturaleza ya no bastaban para alimentar a todo el clan, y el hombre tuvo que dedicar una parte de su tiempo a obtener del suelo mayores producciones para satisfacer sus necesidades. Así, el hombre, aprendió por necesidad, el arte de hacer nacer, crecer y multiplicar a las plantas que le eran útiles: aprendió a cultivar. Este sería el más ancestral testimonio de un cultivo ecológico.