A finales del siglo XIX, el Estado mexicano promovió del desarrollo industrial al imponer un nuevo marco institucional que facilitó las inversiones de capitales en la minería, la explotación petrolera y otras empresas. Sin embargo, la industrialización generó la oposición de individuos y grupos sociales a la instalación y operación de las industrias contaminantes. El activismo ambiental, por llamarlo de alguna manera, de los agricultores y los ganaderos afectados por la contaminación fue desde la protesta pacífica hasta la destrucción de maquinaria industrial. Esos actores pugnaban constantemente por una intervención del Estado para evitar la instalación de fábricas contaminantes o promover su relocalización, y para disminuir la contaminación de los afluentes de agua. Este libro tiene como fin ofrecer al lector materiales referentes al impacto ambiental provocado por los usos industriales del agua en México durante los años de 1900 a 1935. En la documentación que se presenta en esta compilación se establece cómo las empresas textiles, mineras, petroleras, papeleras y agroindustriales descargaban sus desechos industriales, en grandes volúmenes, en los ríos. Esa evidencia documental permite señalar que la contaminación de los cauces de los ríos por los desperdicios (jales, tinturas, pinturas, celulosa) de todas esas industrias tuvo un impacto negativo que en muchas ocasiones derivó en conflictos de carácter ambientalista.