La particular combinación de fantasía, disparate y absurdo, junto a incisivas paradojas consiguieron convertir ambos cuentos en clásicos de la literatura, tanto para público adulto como para pequeños lectores. En el país de las maravillas la historia empieza como todos la conocemos, nos la hayan contado, la hayamos leído o visto en el cine: con Alicia persiguiendo al Conejo Blanco y entrando en el mundo subterráneo de las maravillas. Es un momento inolvidable. En a través del espejo, Alicia, se ve envuelta en una loca partida de ajedrez donde ella es un peón que quiere ser reina. En esta partida de ajedrez nada tiene sentido y nada es lo que parece porque en el mundo del espejo la realidad está distorsionada. Dos libros indispensables, con una lectura compleja, entretenida que divierte a los niños y hace pensar a los adultos.