Alicia comienza su vida de casada con el frío abrazo de la soledad. Sus días transcurren en aquella enorme casa y por las noches duerme, sin sospecharlo, con la muerte. En este cuento Horacio Quiroga nos trae la angustia, el horror y el dolor junto con la belleza apabullante característica de su obra, ahora con imágenes tan inquietantes como sugerentes.