Interesado casi siempre en los personajes de la vida política mexicana y en el modo en que éstos modifican el rumbo de la democracia, el autor busca en este análisis desentrañar las particularidades de una élite local que se ha singularizado en la historia mexicana: el Grupo Atlacomulco. Sin embargo, y por encima del caso, logra poner en el centro del debate los alcances del poder, los singulares medios que algunos líderes han empleado para inspirar y asegurarse lealtad, y alto grado de madurez que efectivamente algunos grupos han alcanzado, en lo individual y lo grupal, para competir por el poder sin destruirse.