Para tristeza de los románticos del mundo, no hay un amor que sea absolutamente satisfactorio: todos comportan peligros y riesgos cidos en el otro, a veces en la piel de u madre, otras, en la pareja que u vez fue ideal y unos minutos o unos años después es u perso con quien no se tiene da en común: un vulgar ladrón de carteras, u molesta compañía para viajar a la playa, u presencia que lle la casa, se desborda por encima de los muebles y se roba el aire. Los amores consumen y ahogan. A quien no huye a tiempo, le arrebatan el alma. Las historias de Rosa Beltrán en Amores que matan son los testimonios de mujeres y hombres enfrentados al amor, en cualquiera de sus manifestaciones, y a su incapacidad de es-capar de él: ´En el amor todo son frases prestadas y uno nunca está seguro de decir lo que quiere decir cuando ama. Pero cuando uno quiere con todas sus fuerzas no estar allí y no puede hacerlo, ¿cómo se dice´?