TERESA DE JESUS BARRERA OCAMPO
La anorexia y la bulimia, trastornos de la alimentación en nuestra época, se consideran actualmente como un peligro a la salud pública. Sin embargo, su aparición se remonta hasta la Edad Media. Los registros clínicos de entonces no difieren gran cosa de los actuales. Su incidencia va en aumento en la población adolescente y aun a edades más tempranas. Se presenta en todo nivel socioeconómico y en todos los grupos étnicos. Es una enfermedad secundaria a un trastorno mental que debe atenderse en forma multidisciplinaria.áNo se trata de una sintomatología sencilla, lo que se observa a primera vista es sólo la punta del iceberg y no afecta exclusivamente a la paciente, sino a toda la familia. Inclusive podría decirse que las pacientes que lo sufren son el síntoma familiar. A pesar de que todas las pacientes son sujetos individuales y cada familia presenta sus particulares características, ha sido posible detectar aquello que comparten en su dinámica personal y familiar.áLas cinco psicoanalistas de la Asociación Psicoanalítica Mexicana (APM) y las más de veinte terapeutas, la mayoría de la APM, han atendido a más de cien pacientes y han podido establecer puntos coincidentes que permiten apuntar a un plan de tratamiento efectivo.áAsimismo, se establece la importancia de contar con un equipo integrado por médico internista, endocrinólogo, psiquiatra, nutrióloga y terapeutas de orientación psicoanalítica. También se ha observado la imperiosa necesidad de intervenir junto con los padres. Inicialmente, en contener la angustia resultante del problema que aqueja a su hija o hijo y también cuando es necesaria una intervención psicoterapeuta si la alteración o la disfuncionalidad lo requieren.Considerando que se trabaja contra la muerte, el impacto recibido por las y los terapeutas requiere de colaboración; esta última se logra a través de reuniones académicas y de supervisión, presentación en coloquios, congresos y talleres. Con todo esto, las autoras han logrado contar con un plan de tratamiento que es resultado de la experiencia de tres años de trabajo, pero que aún es perfectible.