¿Qué pasaría si un grupo de autores de lo más destacados del género fantástico nacional en general, y del universo Z en particular, decidieran hacer un relato con los muertos vivientes como eje principal, si, pero encuadrado en otro género de rasgos propios bien definidos? ¿Qué pasaría si nuestros zombis o infectados poblaran las páginas de un cuento que, en realidad, podría estar en una antología de relatos de western, gótico, steampunk, periodístico o porno, entre otros? Ese es el desafío que J. E. Álamo le lanzó a varios compañeros y que ha dado esta interesante y original antología.á