Erraría quien quisiera encontrar la expresión genuina del Taoísmo en los ritos demasiado groseros, en las vulgares supersticiones, en los usos mágicos que absorben y constituyen gran parte de la vida religiosa del pueblo chino. Este Taoísmo no tiene mayores relaciones con el Taoísmo primitivo que las que pueden existir entre las creencias lamaísticas y el Budismo de Cakyamuny. Y por lo demás, este hecho se explica. Taoísmo y Budismo, en su esencia originaria, fueron formulaciones de pensamientos filosóficos que, por el contacto cada vez más íntimo con la vida, se modificaron a la vez en sistemas religiosos, los cuales tanto más se bastardearon cuanto mayor fue la fortuna que tuvieron.