La vida cotidia es contradictoria pues en ella pervive la ruti, ´lo mismo de siempre´, que absorbe nuestros sentidos y nos lleva a la pasividad y al conformismo, pero también permite que vivamos situaciones especiales, complejas e irrepetibles en las que surgen y se manifiestan los intereses sociales y las ideas que tenemos acerca del mundo y la sociedad. La realidad cotidia puede, por un lado, aprisiornos en tanto que en ella se concretan las relaciones sociales que nos imponen ciertas exigencias y restricciones en consoncia con las características de la sociedad a la que pertenecemos. Por el otro lado, en la cotidianidad podemos encontrar los espacios para que desarrollemos las potencialidades que poseemos como sujetos histórico-sociales a fin de conocer críticamente la realidad en la que vivimos y participar en su transformación.