Chema Madoz manipula, inventa y fotografía objetos. Su trabajo es un despliegue de interminable entelequia que desencadena una creación de imágenes en cadena. Definido como un poeta visual, las asociaciones que desarrolla partiendo de cosas tan usuales como una llave, una piedra o una escalera han desembocado en un torrente de creatividad. Imágenes en blanco y negro, con objetos inertes como sujetos, rodeados de un vacío que parece estático, donde nunca pasa nada, crean asociaciones que despiertan la curiosidad del espectador y que se han inspirado en lo cotidiano. He aquí el recurso de este fotógrafo madrileño que ya lleva más de 25 años creando poesía visual. Ingenio y sensibilidad es su sello identificativo. Sus figuras literarias crean un discurso artístico que es fotografía, escultura y poesía. Madoz se ocupa de alterar la percepción inmediata creando otra diferente en la que el espectador participa.