Desde los tiempos más remotos el ser humano, con su inagotable capacidad para expresarse por medio del arte, ha encontrado en su propio cuerpo un medio más para compartir su mundo interior con sus semejantes. A lo largo de la historia, el hombre ha usado la danza para oficiar rituales, para preservar tradiciones o para sentir el placer puro del ritmo, pero también para deleitar a quienes lo contemplan.áEsta última concepción de la danza dio como resultado el ballet, una de las artes escénicas más refinadas y apasionantes. Sus orígenes se remontan a los siglos XV y XVI, y desde entonces evolucionó hasta llegar al estilo que conocernos corno clásico; un estilo que continúa cautivando a generación tras generación con su gracia y emotividad, y también ha sido el punto de partida para formas de danza más modernas y diversas.áEs un arte exigente; se requiere una dedicación excepcional para llegar a dominar la técnica. Pero la perfección estética que caracteriza al ballet es un medio al servicio de su función primordial: transmitir el ritmo vibrante de la vida, a bailarines y espectadores por igual. La expresividad del cuerpo humano, canalizada por medio de la disciplina de la danza y aunada al poder evocador de la música, es capaz de abarcar todas las pasiones que agitan el espíritu. Es por eso que el ballet clásico es un arte tradicionalmente narrativo: los bailarines interpretan historias, y sus movimientos son un lenguaje que no precisa de palabras para tocar con su dramatismo a todo aquél que lo presencia.áTodo tipo de historias caben en el ballet, desde cuentos de hadas hasta comedias o dramas históricos. En este libro conocerán cincuenta de esas historias, así como a sus autores. No sólo están las obras más famosas: la selección abarca tres siglos de ballet y recorre Europa y América, desde Rusia hasta México, a manera de introducción a este arte fascinante y sin fronteras. Esperamos que en las palabras e imágenes de estas páginas, los lectores encuentren un puente hacia el universo de música y movimiento que es la danza, y se animen a cruzarlo.
