Herman Melville (1819-1891) no sólo tiene asegurado un puesto de honor en la literatura americana, sino que ocupa uno de los lugares privilegiados en la historia de la literatura universal, como demuestra su éxito internacional y el intenso debate acerca de su complejo mundo literario. Como ocurre con demasiada frecuencia, Melville no alcanzó la fama en vida. Su novela más famosa, Moby Dick, publicada cuando el escritor norteamericano contaba poco más de treinta años, pasó casi desapercibida. Pocas semanas después de su aparición, y a causa de la fría recepción de la obra, el joven Melville había envejecido varios lustros. Setenta años tardó el mundo en reconocer el valor de la novela, setenta años transcurrieron hasta que su obra fue apreciada en toda su grandeza. Herman Melville, que después de Moby Dick escribió tres novelas y sus relatos más famosos, terminó refugiándose, hastiado ante la indiferencia de sus coetáneos, en la intimidad y soledad del género poético, mientras se ganaba la vida como funcionario de aduanas en el puerto de Nueva York. La muerte del escritor, de un tal ?Henry Melville?, ex funcionario de aduanas, fue despachada en el New York Times con un par de líneas.
