La donación de órganos está fundamentada en el altruismo, lo cual ha logrado que un sinnúmero de personas donen sus órganos en forma gratuita y con el único fin de lograr el bienestar de otros, muchas veces un total desconocido, como es el caso de la donación cadavérica. Esto ha permitido un significativo avance en materia de trasplantes. Sin embargo, a la luz de la investigación realizada en esta obra, se encuentra que los donadores vivos al someterse a un protocolo de donación sufren repercusiones negativas de índole psicológico, económico y laboral entre otros; de igual forma sucede en la donación cadavérica, donde las familias donantes también tienen repercusiones negativas por aceptar donar los órganos de su familiar fallecido. Esta situación nos lleva a la necesidad de reflexionar en cómo están estructurados los protocolos para la obtención de órganos, cómo se ejecutan, qué cambios serían convenientes realizar para que los donadores vivos y las familias donantes no tengan repercusiones al aceptar donar. En este trabajo se desarrolla una propuesta que tiene como objetivo brindar opciones para subsanar los problemas que se detectaron en los protocolos vigentes, esto con el interés de lograr un mayor número de donación de órganos, pero bajo el presupuesto ético de que los más vulnerables no sean afectados, es decir: los donadores altruistas.