No me siento realmente completo si no estoy cultivando todas las artes. Esta frase del artista Dick Higgins es algo más que un manifiesto personal; se trata de la cristalización de un programa completo y profundo que concentraba el fermento intelectual y artístico de toda una era. Prácticamente de disciplinas tan diversas como la música, la poesía, la pintura y la edición, Higgins acuño el término intermediaö para describir nuevas posibilidades artísticas más allá de los medios reconocibles. De este modo, exploró campos artísticos inéditos, surgidos de la hibridación entre dos o más disciplinas, como el happening, el arte correo o el performance, con un entusiasmo no sólo omnívoro sino genuinamente experimental.áAdemás de defender una política del arte contraria a la especialización del mercado o los viejos esquemas de las bellas artes. Higgins formuló una serie de teorías que ayudaron a comprender el desarrollo de la transdisciplina. Sus indagaciones teóricas se extiende, como su obra, hacia un enorme caudal de intereses; desde los orígenes del happening hasta la evolución de la poesía visual, desde Giordano Bruno hasta John Cage. Escritos con la pasión irreverente que sólo se permiten los espíritus libres, los ensayos recogidos en este libro (curado por el artista y escritor, Alejandro Espinoza Galindo) configuran una historia no oficial del arte, un oculto panorama de las artes experimentales.