Cuando James Laughlin conoció la obra de Henry Miller -por conducto de Ezra Pound en el año de 1934-, quedó profundamente impresionado. A partir de ese momento Laughlin inició un intercambio de cartas con el polémico autor estadounidense que pronto se convertirían en una larga y prolífica relación entre editor y autor cuando Laughlin, por consejo de Pound, fundó en el año de 1936 la editorial New Directions. Henry Miller, junto con James Laughlin, son dos referentes intelectuales que no han dejado de tener incidencia en el mundo de las letras anglosajonas. El autor de Trópico de cáncer confió durante décadas en el trabajo de Laughlin como editor para publicar y difundir su obra. Si bien las cartas de Miller a su editor denuncian muchas veces el conservadurismo de la industria editorial estadounidense, también encontramos confesiones y detalles íntimos sobre su vida personal. La correspondencia resultante, que va desde 1935 a 1980, es un registro de las ideas e intenciones que contribuyeron a engendrar una literatura transgresora cuyo objetivo fue desenmascarar las contradicciones de la sociedad contemporánea.
