En un revelador estudio de 1983 publicado en la revista Chemie in unserer Zeit, el químico suizo-alemán Edgar Heilbronner y el educador suizo Erhard Wyss le pidieron a un grupo de estudiantes de entre 11 y 15 años que dibujaran su imagen personal de la química. Los resultados sorprendieron a los investigadores: ¡el 66% de los dibujos transmitían una imagen negativa! Entre los temas más socorridos por los alumnos se hallaban la contaminación ambiental, los riesgos asociados con la industria química y 10 desagradable de la experimentación con animales. Más aún, un 33% de los dibujos ilustraban laboratorios de ciencia ficción al estilo Frankenstein. En su momento, Heilbronner y Wyss especularon que la imagen de la química se había deteriorado a raíz de desastres como los de Seveso, Italia, en 1976, un accidente industrial en una planta química que en cuestión de días ocasionó la muerte inmediata a alrededor de 3 300 animales, entre aves y conejos, y de Bhopal, India, en 1984, donde ocurrió una fuga en una fábrica de pesticidas que ocasionó la muerte a más de 2 000 personas.