De lo más profundo del hielo de la Antártida sale una señal. La Atlántida ha despertado. Los monumentos antiguos de todo el mundo, desde las pirámides de Egipto y Méjico hasta los yacimientos sagrados de China, están reaccionando a la crisis que se avecina. Los monumentos se están interconectando a través de los océanos. En la tierra cunde el pánico, porque parece que las señales procedentes de la Atlántida son el preludio de algo de mucha más envergadura. . . La humanidad ha tenido doce mil años para interpretar las claves. . . pero ahora al mundo solo le queda una semana.