La literatura de Shakespeare es vasta, para las comedias reservó un lugar especial, sus historias nos divierten por los enredos entre los personajes o caprichos del destino. Sin duda sabía observar la vida con tanto talento, con la fuerza de sus alegrías y tristezas, que en cada página de: La fierecilla domada, La comedia de las equivocaciones, El sueño de una noche de verano, El mercader de Venecia, Como gustéis, La tempestad y El cuento de invierno nos espera una grata sorpresa.