¡Cómetelo todo! Tienen que escuchar por enésima vez ante el plato de lentejas, bien lleno, plantado ante él en la mesa. De nada sirve sus negativas: ¡No me gusta! ¡No tengo hambre! ¡No puedo más! Pero en esta ocasión decide hacerles caso y, literalmente comérselo TODO Un cuento sobre la eterna batalla de la comida, y la necesidad de medir mejor nuestras palabras y, sobre todo nuestras órdenes.