AUNARD AGUSTIN DE LA ROCHA WAITE
Es una anécdota real, inició al ir en el carro todos los días a la escuela con mis dos hijas, una de 6 y otra de 3 años. No hay nada mejor que empezar el día viendo a nuestros hijos e hijas reírse y precisamente les hice cosquillas con el dedo índice y en ese momento se me ocurrió inventar el cuento del Dedo Cosquilludo. Y así en las mañanas, cada viaje a la escuela, ellas preguntaban por el Dedo y éste se aparecía para hacerles cosquillas. A veces les decía que venía dormido, ellas contaban hasta tres y gritaban para despertarlo. Un día me preguntaron en dónde vivía el Dedo y les dije que en Cosquillulandia, un lugar donde siempre sale el sol y reinan las cosquillas. Cuando quería hacerlas reír más ocupaba todos los dedos de la mano, diciéndoles que había llegado la familia del Dedo Cosquilludo, y es así como cada mañana se fue generando una nueva aventura del Dedo Cosquilludo.áUn día mi hija mayor les comentó a sus compañeros de la existencia del Dedo Cosquilludo y de las historias que su papá les contaba, pero no le creyeron; fue entonces que me comprometí con ellas a que haría realidad esta serie de cuentos. Me di cuenta que con algo tan pero tan básico podía hacer reír a mis hijas, hacerlas felices y a su vez ellas me hacen feliz a mí...á