Tener a raya a Dios, o el Dios del miedo. Defender a Dios, o el Dios sin Logos. Imponer a Dios, o el Dios sin Espíritu.
Buscar a Dios en el cielo o el Dios con un Espíritu falso.
Manipular a Dios.
Reducir a Dios, o el Dios sin consecuencias.
No preguntar por Dios, o el Dios inútil.
Imágenes y más imágenes de Dios. Imágenes idolátricas e imágenes increyentes: No te harás ninguna imagen de éstas, ni te postrarás ante ellas, ni las servirás.
Lo importante de las imágenes radica en que se concretan en conductas para con Dios y para con los hombres. Por eso es preciso desvelar las imágenes falsas, a fin de desenmascarar las conductas idolátricas o increyentes a que dan lugar.
Jesús no hacía ponencias sobre Dios. Hacía otra cosa: practicaba a Dios, dando vida al hombre, con lo cual él mismo era el verdadero Discurso de Dios, la Palabra de Dios. Y además, invocaba a Dios como Abba, aun en los momentos cruciales de su oscuridad, con lo que se convertía en autor y consumador de la fe.
Toda su conducta fue creer sólo en Dios. Porque Dios es Aquél en quien sólo se puede creer, y creer es algo que sólo puede hacerse respecto de Dios.