Es 1942. El norte de África se estremece por las batallas territoriales entre los Aliados y las Potencias del Eje. Tras expulsar a los alemanes y con el nuevo temor de la invasión de Francia, los Aliados se concentran en aniquilar a Hitler, quien bombardea ciudades británicas como venganza por los ataques contra Alemania. En Gran Bretaña, el racionamiento alcanza niveles críticos y, bajo el lema de ´cavar por la victoria´, se exhorta al pueblo a sembrar en cualquier terreno disponible. Alemania, sometida a bombardeos continuos de las fuerzas aéreas británicas y estadounidenses, se niega a rendirse, aunque su resistencia contra la invasión terrestre es débil. Los Aliados liberan a Italia en 1944, con ayuda de grupos partisanos y civiles. El Día D, el 6 de junio de 1944, los Aliados desembarcan en Normandía, tras haber engañado a Alemania respecto del destino de su próxima maniobra. Francia es liberada de la opresión del Reich en agosto, en una maniobra bélica sorprendente. A principios de 1945, Alemania entrega el territorio de los Países Bajos; pero, cercada por el Ejército Rojo y los Aliados, capitula el 7 de mayo de 1945 y el mundo conoce por fin los horrores del Holocausto Nazi.áEn el Pacífico, Estados Unidos obliga a Japón a someterse mediante crudos ataques con bombas incendiarias. Japón resiste y Estados Unidos decide dar fin a la guerra con un golpe maestro: las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, en agosto de 1945.