La madrugada del domingo 17 de noviembre de 1901, la policía irrumpió en una velada en el centro de la Ciudad de México: veintidós de los asistentes -todos ellos varones- vestían ropas masculinas, mientras que otros diecinueve que hacían de sus parejas portaban vestidos y atavíos de mujer. A este episodio del underground urbano se le conoció entonces como el Baile de los 41, y la cifra es usada desde entonces como estigma y choteo de la homosexualidad en México. ´Lo más significativo de la redada de los 41 es, reiteradamente, la detención arbitraria de un grupo que se divierte una noche de sábado. [...] No se conciben siquiera los derechos civiles y humanos de ´los pervertidos´, y ´el mal ejemplo´ es delito suficiente´, afirma Carlos Monsiváis en el prólogo de este volumen. Publicada en 1906 y firmada por el fantasmal cuanto incógnito Eduardo A. Castrejón, Los cuarenta y uno: novela crítico-social da cuenta del suceso, así como del escarnio público y del castigo ejemplar recibido por los participantes de aquella velada. A caballo entre la curiosidad bibliográfica y el documento histórico, a más de un siglo de su publicación, esta obra llega hasta nuestros días como un testigo de la demorada conquista de espacios, garantías y derechos de las minorías civiles en la capital mexicana.