Cuando le contamos o leemos un cuento a nuestros hijos iniciamos ya su formación como futuros lectores, aun antes de que sepan descifrar las palabras escritas. Más que eso: estamos estableciendo una relación nueva con ellos que más tarde, cuando sean adultos, recordarán no sólo como formativa, sino como placentera y gozosa.á¿Por qué leer cuentos, poemas, rimas, fábulas y leyendas a nuestros hijos? ¿Para qué hacerlos lectores? Bruno Bettelheim afirma que para encontrar un sentido a la vida ´no hay nada más importante que el impacto que causan los padres y aquellos que están al cuidado del niño; el segundo lugar en importancia lo ocupa nuestra herencia cultural si se transmite al niño de manera correcta. Cuando los niños son pequeños la literatura es la que mejor aporta esta información´.á