Los amantes se abrazaron. De esta manera, noche tras noche, gracias al hechizo de la bruja que había contratado Diego, los jóvenes pudieron verse. Él la esperaba convertido en árbol para burlar la vigilancia del bosque y ella escapaba de la torre del homenaje volando, transformada en ave... Cuentos de té y otros árboles, textos llenos de poesía y sentimiento, como solo Mónica Rodríguez Suárez sabe contarlos.