¿Son los seres vivos equiparables a artefactos mecánicos que sea Ilícito manipular sin límite? ¿Deben un puñado de transnacionales químicas, reconvertidas a empresas de ´ciencias de la vida´, controlar en su propio beneficio la satisfacción de necesidades humanas tan básicas como la salud y la alimentación? ¿Es el hambre en el mundo un problema técnico al que quepa hacer frente mediante cosechas transgénicas más productivas? ¿Resulta lícito conceder derechos exclusivos de propiedad industrial-patentes-sobre la vida, los seres vivos y los procesos vitales? Son estas cuestiones de rondo las que nos asaltan cuando reflexionarnos sobre las nuevas biotecnologías, y en especial la ingeniería genética. El ex director de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza. señalaba irónicamente: ´La biotecnología es la respuesta, pero ¿cuál era la pregunta?´. Este libro da cuenta de ese debate y a la vez aspira a intervenir en él, recordando cuáles son las preguntas.