Con este libro, el lector se chupará los dedos. Conocerá el comportamiento de los griegos y los romanos en la mesa, sabrá por qué las especias cambiaron la faz del mundo y conocerá el origen de las materias primas que hacen más apetecible nuestro día a día, desde el chocolate hasta el mate y el aceite de oliva. Paladeará la leche que sabe y esa otra que se envasa, degustará los quesos más ricos y conocerá su origen. Gozará con las apologías de la cebolla, el cerdo y los caracoles -¡qué antojo!-. Humedecerá sus labios y disfrutará de la bouillabaisse -la típica sopa de la Provenza- y de la tortilla de patata. Para maridarlos encontrará absinth, cerveza, whisky, té y vino, de ése que los mexicanos casi no tomamos. Pero, de México este volumen tiene y mucho, de chile, de dulce y de manteca, como los tamales, así como la tradición de la rosca de reyes, el pan de muerto, el pozole, los chiles en nogada y la comida corrida. Filmente, como postre ofrecemos ensayos referentes a la cafeí y a las confesiones de adictos irredentos, además de un antigourmet -compendio de pecados culirios. Dios quiera que este tomo le sea de provecho y desee repetir.