Es un relato interesante y a la vez orientador para que el niño que apenas asoma a la adolescencia logre identificarse con su propio sexo. En él se tratan temas espinosos como la masturbación, la homosexualidad, el abuso sexual, las fantasías y el despertar de los impulsos eróticos, así como otros que le ayudarán a integrarse y ser útil a la sociedad, como la responsabilidad, la vocación y las relaciones del varón con la mujer, la familia y con Dios. De manera casi imperceptible, le enseña cómo observar, comprender, aceptar y amar las cosas de la vida sin sufrimientos estériles. ´Mirados con ternura, los problemas se ven menos amenazantes y puede una sentarse a estudiarlos con calma para tomar decisiones pertinentes. Ante la ternura, las personas se abren y muestran sin temor su corazón tal como es´, dice la autora. Un libro de interés para jovencitos y padres con hijos preadolescentes.