DEMOCRACIA EN LA ENCRUCIJADA, LA

DEMOCRACIA EN LA ENCRUCIJADA, LA

$ 250.00
Pesos mexicanos (MXN)
AGOTADO. Informes: Llame o Escribanos
Editorial:
ANAGRAMA
Año de edición:
ISBN:
978-84-339-1386-9
Páginas:
288
Encuadernación:
Cartoné (pasta dura)
$ 250.00
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Estamos siendo testigos, en estos últimos años, de un importante desarrollo y consolidación de los sistemas democráticos en numerosas partes del mundo (Europa central y del este, antigua Unión Soviética, América Latina, etc...). En tal sentido puede afirmarse que, por primera vez en la historia, la democracia empieza a ser asumida, al menos formalmente, como un concepto o una idea de validez universal. Sin embargo, en contraste con esta situación, resulta palpable un preocupante y acelerado proceso de degradación en el funcionamiento de la mayor parte de los sistemas democráticos ya consolidados que conlleva como efecto una pérdida de confianza en las virtudes y ventajas de la democracia. Se da así una formidable paradoja entre la aparente fortaleza exterior de la democracia y la languidez y debilidad interna de la mayor parte de los sistemas democráticos. De ello se deduce que, actualmente, los principales retos y desafíos de la democracia no provienen tanto del exterior, cuanto de su propia estructura y funcionamiento internos. La actual atonía de los sistemas democráticos está provocando un peligroso determinismo fatalista. Se acepta la democracia no por sus virtudes intrínsecas sino por los defectos de los otros sistemas. En este momento no se vive la democracia, simplemente se la soporta. La causa principal de esta situación obedece a que los actuales sistemas democráticos han renunciado en toda regla a la búsqueda de la utopía democrática. La democracia no es un simple método, un mero procedimiento de resolución de disputas, sino una realidad viva y dinámica resultante de la tensión dialéctica entre sus hechos y sus valores. Una democracia sin valores, sin fines, en definitiva sin utopía, es una democracia a la deriva, una democracia inerme, incapaz de generar los anticuerpos necesarios para su propia regeneración.