La tortura es una violación grave a la dignidad e integridad de la persona, práctica que al igual que cualquier violación de derechos humanos puede ser evitada. Cuando se estudia, resulta positivo constatar que se dispone de un bagaje legal internacional relevante desde la perspectiva de los derechos humanos, así como de una institucionalidad previamente acordada por las partes involucradas que le da sentido y exigencia de obligatoriedad; por ello, la dialéctica con lo propiamente nacional debe salir ganando.áSin duda, eso es lo que finalmente nos propusimos con esta investigación, no detenernos en el análisis comparado y concluir al respecto, sino dar un paso más y utilizar dicho análisis para hacer una propuesta de ley sobre la tortura en nuestro país. En pocas palabras, actuar proponiendo política pública.