En México el principio paternalista en el derecho a la salud ha limitado durante mucho tiempo la verdadera manifestación del consentimiento informado. Esta obra ofrece un estudio interdisciplinar en relación con el derecho a la protección de datos personales, y a la vez pone en el centro de discusión una postura filosófica jurídica que se contrapone al desmesurado avance materialista en el que vivimos, en lo que en apariencia todo vale y todo tiene un precio, inclusive la salud, la intimidad, la vida privada y hasta la formación de un currículum. Así, se reconoce la relación del Derecho con la ciencia, sus puntos de encuentro y desencuentro a partir de la bioética y los principios de autonomía de la persona, beneficencia, no maleficencia y justicia. Día con día utilizamos documentos de identificación que contienen datos personales susceptibles de darse a conocer públicamente sin nuestro consentimiento, que mediante el uso de las nuevas tecnologías se corre el riesgo de que sea vulnerada nuestra intimidad, especialmente cuando estos datos son de carácter sensible, cuya divulgación puede generar acciones de discriminación. De esta forma, se analiza un tema de frontera: el derecho a la autodeterminación informativa. Pero ¿cuál es la forma más eficaz para que una persona apruebe el tratamiento de sus datos de salud? Para responder tal interrogante, se realiza un estudio de casos tanto del ámbito federal como estatal en los que se han solicitado expedientes clínicos y la forma en que se otorga el consentimiento por parte de los pacientes.