La fitoterapia, el tratamiento de las distintas enfermedades y el alivio de los síntomas mediante el aprovechamiento de los vegetales y de sus principios activos, hunde sus raíces en la noche de los tiempos. En efecto, ya desde su aparición sobre la tierra, la humanidad tuvo que enfrentarse al dolor y a la enfermedad, y buscó alivio en preparados de hojas, hierbas, cortezas y raíces. Según la evolución fue avanzando, eses medicamentos rudimentarios se fueron perfeccionando cada vez más y hoy contamos con elaborados remedios que se expenden en farmacias y que, ingeridos en horario, prometen devolvernos la salud o hacer desaparecer los síntomas.áSin embargo, las herboristerías no han desaparecido. Incluso, no pocas farmacias tienen, entre sus anaqueles con comprimidos, cápsulas y ampollas, varios lugares reservados para las hierbas, los tés medicinales, etc. Sucede que, sin desmerecer los remedios convencionales, el uso de plantas medicinales cuenta con varias ventajas nada desdeñables. Una de ellas es que, al contrario de los medicamentos que suelen apuntar de manera directa a un síntoma o zona del cuerpo, las plantas medicinales ejercen sobre el organismo una acción más global, más holística en sus alcances y resultados. Por otro lado, los efectos de la fitoterapia no solo resultan considerables desde el punto de vista curativo, sino también preventivo, pues los principios activos vegetales estimulan la acción protectora y reguladora del cuerpo.áInformación detallada y actualizada sobre más de 200 plantas medicinales que se pueden conseguir en América, muchas de ellas, heredadas de nuestros pueblos indígenas y que no suelen dorar parte de la herboristería europea.