Dicen por ahí que había una señora con tres edades distintas , tres rostros y tres nombres diferentes. También tenía tres diferentes tipos de anteojos, que le ayudaban, cada uno a su manera, a ser feliz. Todo mundo envidiaba su felicidad, pero a nadie le revelaba su secreto. Un día, un niño los encontró: ahora conoce el secreto de esa felicidad y está dispuesto a compartirlo. Este libro obtuvo en Brasil el premio Jabuti 2008 al mejor libro infantil.