¿Por qué permite Dios que el mal exista? ¿Por qué guarda silencio ante el sufrimiento humano? ¿Cómo recuperar el ´rostro materno de Dios´, es decir, su lado femenino?áEl Dios que se delinea en estas páginas no es el de los ritualismos o dogmas, sino el que se revela con las experiencias humanas; es un Dios concreto y visible que se asoma en los ojos del prójimo y sólo puede ser descrito a partir de las historias de la vida misma.áEl autor relata cómo ha descubierto a Dios en el silencio de los indígenas, en el balbuceo de algún enfermo terminal, en la mano de una moribunda que se rehúsa a partir.