Desde la profesión sanitaria y, en especial, los profesionales que trabajan con el enfermo crítico, podemos incidir de manera directa en los resultados de los programas de donación-trasplante. La mayoría de los hospitales españoles tienen bien estructurado y desarrollado el programa de donación en muerte encefálica en el que los intensivistas tienen un papel clave, ya que tanto la detección y selección de los potenciales donantes como el diagnóstico de muerte encefálica y el mantenimiento del donante son misiones que corren a cargo de nuestras unidades.De forma paralela, también se han desarrollado, con la participación de intensivistas junto a profesionales de urgencias y emergencias, programas de donación en asistolia no controlada, que son pioneros a escala internacional. Igualmente, uno de los retos actuales en donación es tratar de implementar, de forma generalizada y lo más homogénea posible, la donación en asistolia controlada que, por sus propias características, recae directamente dentro de la actividad de las unidades de cuidados intensivos y de sus profesionales. La experiencia acumulada durante la última década ha mostrado la enorme importancia de este tipo de donantes, como una fuente óptima de donaciones con una expectativa de funcionalidad de los injertos buena, que la hacen estar en el punto de mira.El proceso de donación debe concebirse como una parte más del tratamiento de aquellos pacientes en los que, por mala evolución del proceso que motivó su atención, la donación es una opción razonable.Donación de órganos y tejidos en Medicina Intensiva proporciona una visión actualizada y práctica de todas aquellas fases en las que debe participar el médico intensivista en el seno del proceso de donación en muerte encefálica, así como una descripción exhaustiva del proceso de donación en asistolia, tanto controlada como no controlada, dada la importancia que en un futuro representará este tipo de donación.