Esta obra es un estudio de las raíces económicas de la desigualdad en América Latina. El autor nos muestra como se fueron consolidando segmentos productivos y sectores sociales pertenecientes a distintos grados de desarrollo, así como las dificultades de la teoría económica para explicarlos. Entre esos grupos se ha destacado por su presencia y dinamismo el llamado sector informal. Por eso, después de una caracterización de la informalidad en América Latina, se analiza en detalle la experiencia peruana. Pero el texto no se agota en la descripción sino que, a partir del análisis de aspectos tecnológicos, económicos y culturales, esboza el papel que las pequeñas empresas informales pueden tener en una estrategia de largo plazo que permita transformar la marginación en desarrollo.