Por lo menos cuatro interpretaciones clásicas se han pergeñado sobre Edipo Rey: la de Aristóteles, la vulgar sobre el destino, la de Freud y la de los mitólogos y folcloristas. Las cuatro pretenden explicar por qué, como obra de arte, interesa a los hombres de todos los tiempos. Entre las cuatro, sólo la de Aristóteles se ocupa de Edipo Rey, estrictamente, en su dimensión literaria. Las restantes, se refieren primordialmente al mito que le sirve de trasfondo. La de Aristóteles encuentra en el orden o estructura de los acontecimientos, que algunos traducen argumento, la respuesta. Aristóteles encuentra en la obra unidad de tales acontecimientos, es decir, que todos son funcionales y tienden, en sus variaciones -sin distracciones-, a producir el efecto trágico de conmiseración y horror. En Edipo Rey, el así llamado argumento, elemento el más difícil de configurar, llega a su más perfecta realización, como no se había dado aún en los trágicos antiguos. Las reflexiones de Aristóteles, sin embargo, poco crédito dan al carácter, como si se pudiera hablar de variaciones de acontecimientos y de hechos, sin considerar que el que en verdad varía con ellos y así se revela y construye es el carácter del personaje central.